domingo, 5 de octubre de 2014

México se está moviendo, aunque nadie sabe para dónde


Existen pocos momentos en la rutinaria y agotadora vida laboral de los mexicanos en los que se puede olvidar de todas sus deudas y ponerse a festejar a lo grande, es normal, está en el ADN cultural de nuestra sociedad.

La prueba más grande de ello, es el Maratón de México llevado a cabo cada año sin falta, y no, no me refiero al Maratón de la Ciudad de México corrido hace un par de días, sino a uno más famoso y practicado, el Maratón Guadalupe-Reyes.

Y menciono esto porque dicha tradición ha sido llevada ya a otro nivel,  en la cual se incluye la mismísima Presidencia de la República, en donde si bien no hay licor al por mayor, (recordemos que Calderón se llevó sus cosas), la mecánica es la misma; endeudarse hasta el copete por un momento de felicidad con los compadres y ya después buscar cómo es que se solucionará el problema.

La realidad es que esto se hace más a menudo de lo que se cree, la economía no está para presumirse ni mucho menos para desarrollar grandes proyectos con los cuales alardear dentro y fuera de la casa con los vecinos de otras naciones.

Los números suelen explicar más que mil informes y estos nos revelan que las inversiones en nuestro país lejos de ser un incentivo para que lleguen los extranjeros fueron negativas, con un hoyo de deuda de 3,200 millones de dólares. ¡En únicamente este segundo trimestre del año!

En ocasiones se menciona con intención de ponerle buena cara al asunto que a pesar de todo ha habido un aumento del flujo de divisas hacia nuestro país, sin embargo la realidad es que esto no ha sido gracias a nuestras políticas, sino al incremento en la economía del país del norte. Es decir; que recibamos más propina no quiere decir que sea porque hacemos un mejor trabajo, sino porque el patrón tiene más para regalar.
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No cabe duda de que el actual presidente, está echando toda la carne al asador apostando todas las plumas del águila nacional a que las Reformas Estructurales sean un éxito y quizá esto no sea una idea tan descabellada, ya que también durante este segundo trimestre se obtuvo un crecimiento del 1% en el PIB, siendo éste el más alto en un trimestre de todos los países compañeros de la OCDE (Organización de Cooperación de Desarrollo Económico)

Irónicamente, no podemos  señalar nuestra superioridad ante las demás naciones ya que también la propia OCDE nos ubica en los últimos lugares de bienestar social, educación y salud, sólo por mencionar tres ejemplos comparativos con nuestros aliados de este club. Por lo que si bien, es muy probable que exista un aumento en el crecimiento económico del país en los próximos años, no quiere decir que obtengamos un mejor nivel de vida.


Ahora lo único que queda por hacer es esperar y reflexionar,  a quién van a ir dirigidas las ganancias de las políticas macroeconómicas implementadas por nuestro galán ejecutivo, porque mientras los números van y vienen,  aquí afuera, doña pelos ya me subió los tacos y las quesadillas.